lunes, 10 de mayo de 2010


Entierro las yemas en lo profundo se me llena el hueco de las uñas de arena me diluvio aprieto ni por esas me crecen las raíces.

Tengo los pies de mudanza arañando el plástico de cada invernadero.

4 comentarios:

  1. Esto me suena a Carmen Camacho, y sabes que es un halago.

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  2. Joder, tía, no pretendía ser una crítica destructiva y sin anestesia.
    Puede que los periodistas seamos sinceros. Pero no tenemos ni puta idea de casi nada. ¿Quién soy yo para decir que una película de Medem es buena o mala? Supongo que si escribiera en El País me lo pensaría muy mucho antes de escribir algo negativo (o no). Teniendo en cuenta que lo que escriba lo van a leer tres, me lo pienso menos. Aún así es una estafa. ¿Y entonces, qué hacemos? Al fin y al cabo, las críticas de Boyero, por mucho que él sepa de cine, no dejan de ser la exteriorización de sus gustos privados.
    Que conste que no me estoy defendiendo, en absoluto. El domingo fui a ver Ricardo III y no hice ninguna crónica-crítica. Me parecía una osadía. Y el hecho de no escribirla sobre Ricardo III y sí sobre Medem, una falta de coherencia. Y repito, ¿qué hacemos?

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  3. ¿La cuestión es, entonces, para quién se escribe? Creo que un periodista que se respete a sí mismo debería escribir lo mismo en El País que en Sevilla Actualidad. Porque creo que la cuestión no es dónde se escribe, o para quién.
    ¿Qué hacemos?
    Y sí que suena a defensa.

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