domingo, 27 de julio de 2014

Vuelve

(disimulemos que es un intento de orden despojemos de drama a las voces)
Oyetúparaya y mírame
¿ves? estoy
casi casi
atreviéndome:

Olvídate de perdonarte
límpiate el caos desenrosca el miedo y vuelve
con tu aspecto de dandy a contarme historias de gamberros,
sé cursi,
deja que te bese los tatuajes.
Venme emocionado porque soy preciosa y por fin
¿quieres?
decírmelo.

Prolonga la tregua, pacta con la luz que te ha hecho brote
desintoxícate
de la mierda esa del fracaso haz de mí tu metadona fúmame en papel de arroz, si quieres y deja
de jugarnos la ruina desechando este posible,
nótame importándote
deshazme de los otros elígeme.

No se dice elígeme. Pero vuelve,
con tu bicicleta rota y la boca llena de limones a recordarme
que apenas tenemos una historia,
a lloverme de a pocos,
a buscar formas de nube.

Estírate como un gato hasta alargar nuestro amor breve.

domingo, 20 de julio de 2014

bienvenida

Toda la belleza que he sabido prepararte
es este desorden.
La sartén con barcos de clara de huevo
la colcha de cuadros desbaratando
secuencias cromáticas
hecha un nudo a los pies de una cama
con olores,
para que les respires.
Yo dormiré en el sofá, compartamos toalla.
Las esquinas deshaciéndose en las tapas de los libros
mi peinado de siesta
los ceniceros hasta los topes las huellas en los cristales.
La belleza de la mugre, ya ves, minúscula la revancha.
No satisfacerte es tan fácil.
Ni siquiera es grave esta suavidad con la que serme a tu margen
arriesgando tejidos a 60º, no, no hay suavizante,
mientras digo bienvenida,
-encuentras pronto excusa para la visita breve-
a esta casa que por fin no ha sido nuestra.