Tengo un pez
de colores
en la punta de la lengua
saltándome. Agónico. Chiquitito.
Tuve un pez
rosa
en el estómago
nadándome. Probable e inaudito.
Tuve un pez
escamándose,
fluyendo río arriba por mi esófago y ahora tengo un pez
de colores, en la lengua.
No sé cómo decirlo.
Hace muchos años mis compañeras de piso( en la universidad) y yo,decidimos comprarnos un pez cada una. Con su pecera cada una en su habitación y a mi fue a la que mas me duro. A las otras se les murieron Enseguida. A mi me gustaba verlo dar vueltas y yo siempre he creído que me observaba desde el fondo del mar( de su pecera). Me has hecho recordar esos años y me ha gustado tu blog.
ResponderEliminarSaludos desde mis sombras.
Peces y flores muriéndosenos de belleza. Gracias por asomarte y contármelo, desconocida.
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