miércoles, 9 de septiembre de 2015

muertos de sangre

Esta noche he hablado con los muertos.
Grandes, profundos, afilados.
Tallándome amenazas en la panza
cosiéndome las faltas que he faltado.
Muertos de sangre usando nombres de árbol.
Y arrugaban con pezuñas mi garganta
Para impedir que me saliera el aire.
Casi me ahogo, de dentro, incapaz de deshacerme del aire.
Toda esta vida que yo sí pero ellos nada.
Me estaba ahogando.
De no poder gritarle a la muerte de mi padre.
Quiero gritar gritarlo todo.
Mi abuela era una vieja de doce años
¿no me reconoces?, preguntaba.
Media melena oscura tez morena silueta delgada
¿no me reconoces?
¿no reconoces a tus muertos de infarto
A tus muertos de alcohol
de navaja
de tos
de bien mal curado?
Esta noche he hablado con algunos muertos largos
con algunos muertos tiernos y con muertos que he matado.

La taza dice Bonjour!, la puta taza.
Inflada hasta el filo de cereales y fantasmas. 

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